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Un breve acercamiento a la Falange en América

Desde su surgimiento, el nacionalsindicalismo atrajo en diferentes países hispanoamericanos por cuanto es la ideología que sintetizaba las ansias de justicia social, que exigía el pueblo, con el nacionalismo propio de países que se sentían llamados a una Misión universal encarnada en la defensa de los valores propios de la Hispanidad, con la exaltación de la Patria y la Fe Católica.

En este sentido podemos hablar de cuatro grandes centros de surgimiento de movimientos falangistas: Chile, Bolivia, Venezuela y el Caribe. En Chile la importancia de la Falange fue tal que el fundador de esta organización, aquí llamada Falange Nacional, llegó, tras un proceso de conversión a la Democracia Cristiana más moderada, a la Presidencia de la República. Nos referimos a Eduardo Frei, cuyo hijo, años más tarde llegaría también a ser presidente de la República. El primero fundó un movimiento que bajo el nombre de Falange Nacional, defendió los postulados de la Justicia Social, pero alejado de la simbología propia de la Falange española, por considerar que recordaba demasiado al nacionalsocialismo de Hitler. Sea como fuera, y aunque Eduardo Frei no se puede considerar un falangista de pura cepa, al menos hay que reconocer que hizo que el nombre de Falange fuera conocido por todos los chilenos. Y por ello, una vez que Frei se transformó a la Democracia Cristiana, hubo algunos patriotas chilenos que tomaron el nombre de Falange y sabemos, aunque hay muy poca documentación al respecto, que durante muchos años ha pervivido un movimiento falangista más cercano a los verdaderos principios joseantonianos que lo que estuvo el propio Frei.

Mucho más pura es la falange venezolana, un país en el que hay constancia de que con el advenimiento de la Guerra Civil hubo muchos españoles emigrantes, en especial canarios, que se enfundaron su camisa azul y desde Venezuela apoyaron el movimiento. Años más tarde se crearía la Unión Falangista Venezolana, que existe en la actualidad y de la que no tenemos muchos datos, pero sí sabemos que su ideología entra dentro de los principios que defendió Primo de Rivera.

En Bolivia se centra otro punto de actividad falangista, representado por la figura de su creador Oscar Unzaga y la Falange Socialista Boliviana, que hoy en día existe aunque su ideología también está lejos de lo que fuera el primer germen de este movimiento. No obstante ahí queda la historia y el nombre del movimiento.

El cuarto punto de actividad falangista y quizás el actualmente más importante se centra en el Caribe, concretamente en la República Dominicana y Puerto Rico. En los años treinta, en Santo Domingo se forma un grupo de Falange por parte de españoles residentes en esta isla que llegó a ser bastante numeroso. Con la llegada de Franco al poder, además, sabemos que hubo algunos falangistas opositores a la unión con los tradicionalistas y la integración en lo que se dio en llamar el «Movimiento Nacional» que emigraron a la República Dominicana. Dos factores influyeron en la actividad de los falangistas en Santo Domingo, la concurrencia de estos falangistas exiliados y ciertas simpatías del polémico dictador Trujillo a estos movimientos, de los que no obstante no queda más que el recuerdo y un anciano militante que he podido conocer y que actualmente reside en Puerto Rico y que da constancia de la existencia y actividad de los falangistas en Santo Domingo. Mientras, en Puerto Rico, la presencia de la Falange como movimiento organizado es mucho más reciente, ya que las actividades de la Casa de España y de la Hermandad de Isabel la Católica se encargaron de dar a conocer el pensamiento joseantoniano. Ambas entidades todavía existen, pero han perdido ese carácter falangista que tenían. En marzo de 2000 fue cuando surgió un movimiento con mucha fuerza pero que pronto se apagó. Se trata de la Falange Boricua que respetaba los principios y símbolos falangistas y nacionalsindicalistas, tomando como objetivo principal la lucha contra el invasor norteamericano en Puerto Rico. Esto fue lo que hizo que unos meses más tarde el movimiento fuera ilegalizado y que casi todos sus miembros pasaran unos días en prisión por participar en las manifestaciones en contra de la Marina en Vieques. La Falange Boricua fue disuelta, pero la ideología continúa viva en muchos simpatizantes de este movimiento en Puerto Rico.

Una mención aparte merece el Partido Falangista Americano, que desarrolla su actividad en los Estados Unidos, por su confuso carácter que nos hace dudar de sus auténticos ideales e intereses. Aunque en apariencia conserva la simbología tradicional de la Falange, hay algunos puntos que se prestan a confusión. En primer lugar el hecho de definirse como partido, cuando ninguna Falange se define como tal. Luego tiene, en sus puntos ideológicos, aspectos que chocan radicalmente con los postulados falangistas, como una defensa del sistema económico liberal y la propuesta de que el inglés deba ser la primera lengua de América. Estas ideas que se dejan entrever, así como la sospecha de que pudiera ser un movimiento encubierto del FBI para investigar los movimientos de falangistas en Hispanoamérica, tal como han denunciado algunos militantes de otras Falanges.

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